Eres dueño de un negocio… ¿Estás seguro que existe? Internet: Una poderosa herramienta.

Una empresa que no está en Internet…simplemente no existe.

Un mercado se define como un espacio físico o virtual donde existe oferta y demanda, es decir donde hay vendedores y compradores dispuestos a adquirir bienes y servicios a cambio de una remuneración económica.

Te esfuerzas por posicionar tu negocio en un mercado físico lleno de oportunidades, pero..¿Qué pasa con los mercados virtuales?

Nombraremos a estos mercados virtuales: Internet. Donde tendrá sus variaciones o complementos (Redes sociales, sitio web, blogs, tienda en línea, por mencionar algunos). Es importante que tengas en mente el potencial y alcance de este tipo de mercados.

Hoy en día, la penetración de los buscadores es tan alta entre los usuarios, que cuando quieren saber “x” cosa el primer canal de búsqueda es INTERNET. Google se ha convertido en el Santo de las búsquedas, todos recurrimos a esta herramienta para encontrar respuestas a muchas de nuestras preguntas.

Entonces, si alguien decide buscar tu negocio y no estás la web….tendrás un gran problema.

¿Por qué?

Hay unas cuantas razones para argumentar la necesidad de infiltrarte en los motores de búsqueda de Internet. Por ejemplo:

  • Credibilidad: Tener un espacio en la red, ayudará a construir tu credibilidad en un medio de aceptación internacional, donde muchos de los usuarios antes de realizar una compra o tomar una decisión deciden confirmar la información por internet.
  • Posicionamiento: Si trabajas bien tu presencia en Internet te encontrarán más pronto de lo que crees y será una de las más destacadas en el sector.
  • Imagen e Identidad: Mostrarás a tus clientes quién eres, qué sabes hacer y crearás un canal directo de comunicación.
  • Inmediatez: Estarás al alcance de tus clientes, en cualquier momento y en cualquier sitio.

A varios años de consolidación de internet como medio de información, difusión y negocios es impensable que exista alguna empresa sin tener presencia en la red. No se trata de un simple accesorio, sino de un factor que sencillamente puede ser la diferencia entre el fracaso y el éxito en el emprendimiento.